El ciclo litúrgico conocido como cuaresma y la semana santa o semana mayor en Guatemala, es parte de este periodo y lo es en el presente, fuente viva de inspiración para peteras, escritores y artistas. Verdadera joyas literarias y de la escultura y la puntura enriquecen nuestra tradición de semana santa guatemalteca que, sin duda, ha sido vista por los creadores como una de las mas típicas manifestaciones del espíritu religiosa popular de Guatemala.
Tres ciudades destacan n las solemnes celebraciones cuaresmales y de semana santa: la ciudad capital Guatemala de la Asuncion, la romatica ciudad de Antigua Guatemala y la noble ciudad de Quetazaltenango, en el occidente del país. Sin embargo, vale decir que el afán por superar estas comemoraciones de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo no es ya exclusivo de las grandes urbes, pues en municipio y aldeas el esplendor de este culto exterior ha venido ganando renombre.
Fotografía cortesia de www.belenesdeguate.com
La semana santa en Guatemala, que junto a la navidad y el Corpus Christi, constituyen el eje alrededor del cual gira la fe católica, es una rica Andalucía y Castilla. Los antecedente de las procesiones en el reino de Guatemala se remontan, según el cronista Antonio de Remesal, hacia el año de 1547.
Por otra parte, es altamente significativo en este ciclo, y quizás sea un hecho que pase inadvertido, que es en las asociaciones y hermandades religiosas, que promueven los culto y procesiones de cuaresma y semana santa, en donde los mejores ejemplos de fraternidad humana, pues en sus dieversas manifestaciones se mezclan el humilde carpintero, el prestigiado médico o abogado, el catedrático universitario, el piloto automovilista o el dependiente humilde.
La cuaresma y semana santa en Guatemala coincide con el ardoroso verano, en que se sienten vahos de humo; por esta razón son numerososo los gutemaltecos que aprovechan los domingos, y especialmente los días de feriado en semana santa, para ir de temporada a sitios alejados de la ciudad y en particular hacia aquellos que están cercanos a las playas del mar, a los lagos o bien a la ribera de nuestros ríos.
Sin embargo se puede decir que la mayoría de guatemaltecos permanecen en sus lugares de origen y asisten masivamente a los actos religiosos, manteniendo a buen resguardo una de las mas auténticas muestas de nuestra cultura.
Como página de referencia le recomendamos visitar: www.belenesdeguate.com
Tres ciudades destacan n las solemnes celebraciones cuaresmales y de semana santa: la ciudad capital Guatemala de la Asuncion, la romatica ciudad de Antigua Guatemala y la noble ciudad de Quetazaltenango, en el occidente del país. Sin embargo, vale decir que el afán por superar estas comemoraciones de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo no es ya exclusivo de las grandes urbes, pues en municipio y aldeas el esplendor de este culto exterior ha venido ganando renombre.
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La semana santa en Guatemala, que junto a la navidad y el Corpus Christi, constituyen el eje alrededor del cual gira la fe católica, es una rica Andalucía y Castilla. Los antecedente de las procesiones en el reino de Guatemala se remontan, según el cronista Antonio de Remesal, hacia el año de 1547.Por otra parte, es altamente significativo en este ciclo, y quizás sea un hecho que pase inadvertido, que es en las asociaciones y hermandades religiosas, que promueven los culto y procesiones de cuaresma y semana santa, en donde los mejores ejemplos de fraternidad humana, pues en sus dieversas manifestaciones se mezclan el humilde carpintero, el prestigiado médico o abogado, el catedrático universitario, el piloto automovilista o el dependiente humilde.
La cuaresma y semana santa en Guatemala coincide con el ardoroso verano, en que se sienten vahos de humo; por esta razón son numerososo los gutemaltecos que aprovechan los domingos, y especialmente los días de feriado en semana santa, para ir de temporada a sitios alejados de la ciudad y en particular hacia aquellos que están cercanos a las playas del mar, a los lagos o bien a la ribera de nuestros ríos.
Sin embargo se puede decir que la mayoría de guatemaltecos permanecen en sus lugares de origen y asisten masivamente a los actos religiosos, manteniendo a buen resguardo una de las mas auténticas muestas de nuestra cultura.
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